Cuando las guerras estallan se producen transformaciones en las sociedades: los actores iniciales se diversifican, la débil economía se transfigura en múltiples economías y redes ilegales de bienes de consumo, armas, personas y recursos naturales, y se acentúa la violación de los derechos humanos. Si las dificultades son vencidas y se llega a una negociación de paz estable y a un proceso de desarme verificado, entonces llega la larga y dura batalla por la reconstrucción de la sociedad. Durante la guerra la violencia se convierte en una forma de vida y de supervivencia. El esfuerzo de pasar de las armas al trabajo no violento; de la imposición por la fuerza al consenso; de la huida y la clandestinidad a vivir en libertad, y del uso de la economía ilegal a la legal son algunos de los aspectos más conflictivos, así como la reubicación de los desplazados y la actuación de la justicia respecto a los crímenes perpetrados durante el conflicto.
Las ONG y actores internacionales como la ONU desempeñan un papel crucial en este proceso aunque la reconciliación estable debe lograrse por parte de los protagonistas esenciales.
Los trabajos de este libro son el producto de una investigación que el Centro de Investigación para la Paz (CIP) realizó durante dos años con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).