Esmé decide escaparse de su Italia natal y se establece en Kenia, subyugada por la belleza del paisaje africano y atraída por Adam, un apuesto keniano de origen europeo que se gana la vida como guía de safari. Esmé se integra en el círculo cerrado de los expatriados blancos, que lo comparten casi todo: van a los mismos restaurantes y fiestas, visitan a los mismos médicos y amantes... Esmé se cree feliz, hasta que conoce a Hunter Reed, un rudo corresponsal de guerra británico que le enseñará la otra cara del continente negro, los horrores de las matanzas tribales y el cinismo de los blancos. Esmé se verá escindida entre dos visiones de África y entre dos hombres totalmente distintos. Y deberá aprender a sobrevivir por sus propios medios en el fascinante y a la vez cruel país africano.