Por sus ideales de libertad e individualismo, se le puede considerar como el primer anarquista estadounidense, creando una corriente que se centra en los temas medioambientales, por lo que también se le considera el primer ecologista moderno.
Durante su vida, se dedicó al estudio de la naturaleza, a meditar sobre temas filosóficos, a leer a los clásicos y a sostener conversaciones con sus vecinos. Prefirió ir a la cárcel, en la que estuvo solo una noche porque alguien le pagó la fianza, en lugar de pagar los impuestos de empadronamiento, a un gobierno que permitía la esclavitud y que estaba en guerra con México.
Plasmó estas experiencias en su obra Desobediencia civil y se convirtió así en el primero en exponer las ideas sobre el pacifismo y la no violencia, lo que sentaría las bases para el posterior surgimiento de la resistencia pasiva, método de protesta que adoptarían más adelante Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Tolstoi también se declaró influenciado por su obra.
Fue también el primer defensor de las minorías indias y de las causas perdidas, del derecho a la pereza de los hombres y de los momentos de ocio dignos, fuera de lo convencional y de la hipocresía social. Un revolucionario en constante ejercicio de su función.
Aquí les presentamos una selección de algunas de sus obras más destacadas, que le hacen digno representante del título de primer ecologista, primer facifista y primer activista de la resistencia pasiva, de la época moderna.
Vivo en el presente. Para mí, el pasado no es más que un recuerdo y el futuro algo que vendrá. Amo el vivir.
David Henry Thoreau