El autor concibe la literatura como un juego muy divertido. Por eso escribe sobre todo aquello que le interesa: el cine, la música, los libros, el arte y otras vanidades inútiles. La ficción es parte de la realidad, acaso la parte menos aburrida. Jacinto Uceda tiene, cada vez más, un punto de vista literario para capturar la realidad, lo que viene a significar o que no entiende casi nada o que sólo tomaría en consideración para cada caso la opinión, probablemente desacertada, aunque infinitamente más sugestiva, que hubiesen podido expresar Cevantes, Laurence Sterne, Varlaine, Georges Perec, o Roberto Bolaño, por citar únicamente un autor por cada uno de los últimos cinco siglos. En este compendio de relatos se sumerge en sus idas y venidas despejando sus pequeñas dudas literarias y encontrando el camino de la palabra para anegarnos en un ritmo lleno de literatura.