La esquiva amante del jefe Daniel Graydon contrató a Lucy Delaney como encargada de su local sin esperar demasiado de ella. Era completamente opuesta a él: inconstante y despreocupada. Por eso no comprendía por qué se sentía tan atraído por ella. Lo único que tenían en común era su rechazo a mantener una relación estable. Así que tras una noche apasionada que le resultó insuficiente, Daniel le ofreció un acuerdo temporal como amantes que ella aceptó a pesar de saber que estaba enamorándose del único hombre que nunca llegaría a ser suyo.