(...) Es cierto que no soy ni más ni menos que un testigo, como se dice, de un tiempo, pero también es cierto que puede cuestionar, cambiar su posición. Me pesa demasiado lo cotidiano y lo convencional. Sé donde está mi punto de partida , cual fue mi arranque , aunque la influencia de lo aprendido, de lo cultural es grande. A veces me siento como si no fuese realmente testigo de lo que sucede, como si lo que pasa fuese una historia de hace 15 años o 20. Lo vivo ahora, pero lo siento narrado como si fuera pasado. No estoy segura de que lo que percibamos como real ocurra ahora.