Antes, visto desde la inocencia, el mundo era un lugar seguro en el que vivir.
El mundo terrenal fue invadido por un ángel y un demonio con intereses diversos, pero con un fin común: una humana, a quien los arcángeles le habían echado el ojo.
Su inquietante pasado hizo que los tres coincidieran en una tentadora y peligrosa encrucijada en la que, lo verdaderamente valioso, no era salir vivo, sino intacto.