Cuando se conocieron eran jóvenes y estaban llenos de esperanza. Aunque ambos vivían en Nueva York, solían enviarse cartas en las que imaginaban cómo sería su futuro. El remitente era siempre el mismo: Departamento de especulaciones. Se casaron, tuvieron un hijo y sortearon como pudieron los pequeños obstáculos de la vida familiar. Pero algo ha ido cambiando. Han aparecido miedos y dudas que ponen en cuestión todo cuanto tienen. En un intento de encontrar el punto en el que se equivocaron de rumbo, la esposa echa la vista atrás para tratar de adivinar qué se ha perdido y qué puede salvarse...
Una novela fascinante: Jenny Offill convierte nuestra fragmentaria vida moderna en una obra de arte.