La presencia pictórica en el cine no se agota en las múltiples versiones de El retrato de Dorian Gray o en las biografías de artistas plásticos, retratados para la gran pantalla a través de sus obsesiones. El recurso a la pintura ofrece un amplio abanico de posibilidades que abarcan la inspiración de la puesta en escena, la recreación de conocidas obras pictóricas, la construcción de un espacio simbólico a partir de cuadros concebidos expresamente para el celuloide, el perfilado de personajes a través de lo pictórico e, incluso, su empleo como materia de sueños y pesadillas. Su presencia es un recurso para reflexionar sobre los sistemas de representación visual mediante directores que no han podido escapar a su influjo. Esto es tan solo una muestra, como si del tríptico de una exposición se tratase. Visiten la galería completa: 50 películas que nos hacen ver la pintura y el cine con otros ojos.