Argumento de Democracia para la Diversidad
Democracia para la diversidad explica qué es la democracia y por qué nos importa, muy en especial ante los cambios de todo orden que trae hoy consigo la globalización.En la primera parte, «El ideal», se recuerda que la democracia es un instrumento, no una ideología más, pero que necesita ser sostenida por valores tales como la libertad y la igualdad. El autor describe después «La realidad» de la democracia en nuestra sociedad de la información, donde se apuntan valores prometedores lo mismo que avanzan las formas de autoritarismo y exclusión. En la tercera parte, «Las alternativas», se razona que no hay que tomar la realidad actual de la democracia por concluida ni conformarse con ella. Se justifica, así, el nuevo papel de la libertad para hacer avanzar la inclusión social, y el de la igualdad, por otra parte, para contribuir al respeto de la diversidad. Ello hace, a juicio del autor, que el modelo liberal de la democracia, hoy dominante, deba ir cediendo paso a un modelo pluralista, más acorde con los nuevos retos de la cultura global.El libro se cierra con una llamada a «El compromiso» con los valores y las formas de la democracia, sobre aquellas tendencias de nuestra era de la información que más se prestan a hacerlo. El cometido de la educación es crucial para resistir a la creciente individualización masiva, uno de los mayores peligros contra la esfera pública, la democracia y el sentido mismo de la política. Por eso una democracia para la diversidad exige hoy más que nunca ?concluye el autor? «aprender a escuchar»..0Democracia para la diversidad explica qué es la democracia y por qué nos importa, muy en especial ante los cambios de todo orden que trae hoy consigo la globalización.En la primera parte, «El ideal», se recuerda que la democracia es un instrumento, no una ideología más, pero que necesita ser sostenida por valores tales como la libertad y la igualdad. El autor describe después «La realidad» de la democracia en nuestra sociedad de la información, donde se apuntan valores prometedores lo mismo que avanzan las formas de autoritarismo y exclusión. En la tercera parte, «Las alternativas», se razona que no hay que tomar la realidad actual de la democracia por concluida ni conformarse con ella. Se justifica, así, el nuevo papel de la libertad para hacer avanzar la inclusión social, y el de la igualdad, por otra parte, para contribuir al respeto de la diversidad. Ello hace, a juicio del autor, que el modelo liberal de la democracia, hoy dominante, deba ir cediendo paso a un modelo pluralista, más acorde con los nuevos retos de la cultura global.El libro se cierra con una llamada a «El compromiso» con los valores y las formas de la democracia, sobre aquellas tendencias de nuestra era de la información que más se prestan a hacerlo. El cometido de la educación es crucial para resistir a la creciente individualización masiva, uno de los mayores peligros contra la esfera pública, la democracia y el sentido mismo de la política. Por eso una democracia para la diversidad exige hoy más que nunca ?concluye el autor? «aprender a escuchar»..