Es una señal del estado de nuestra condición que un libro así deba escribirse, pero si olvidar el pasado es la mejor forma de condenar el futuro, adulterarlo significa negarnos uno. Se trata de un tema polémico, cuasisagrado, por eso se apela directamente a la conciencia del lector, y que decida él si después de leer estas páginas las considera necesarias y oportunas.
Esto no es un manifiesto ni mera opinión, y aunque así lo parezca en algunas ocasiones, ni siquiera es lo que al autor le gustaría escribir, pero en honor a la verdad se debe a lo que hay, no a lo que le gustaría que hubiese. Solo así se podrá responder a las preguntas tan incómodas como necesarias
que han guiado sus pasos, ¿qué es la democracia? Y sobre todo, ¿qué significa hoy ser un demócrata?