España le fascinó desde que la transitara con su familia en destartalas diligencias a la edad de cuatro años. Ya en su madurez hizo repetidas incursiones desde su hogar en Francia, varias de ellas con el gran amor de su vida, Walter Berry. Con él viaja por Cataluña y las dos Castillas, y recorre el Camino de Santiago. Su Viaje por España en cuatro ruedas iba a ser uno de sus últimos libros de viaje que, por desgracia, no llegó a escribir. Algunos de sus breves textos y el diario conciso de las rutas que realizó se han incluido en esta antología como evidencia de su genuina atracción por nuestro país.