Este curso de Jacques-Alain Miller, que se extiende desde noviembre de 1982 hasta mayo de 1983, fue dictado en un momento fundamental para la constitución de la Orientación Lacaniana. A pesar de los años transcurridos su dimensión fundante tiene una absoluta vigencia.
Lo que se va a desplegar en este curso de veinticinco capítulos tuvo un antecedente que no puede pasar desapercibido. El giro de hacer evidente un Lacan, no considerado entre sus alumnos, fue presentado mediante una conferencia ante Lacan mismo en el Encuentro Internacional de Caracas. Fue un encuentro que marcó un antes y un después en la conformación del Campo Freudiano.
La búsqueda de Miller está orientada decididamente por lo que, como practicante, busca obtener en una cura psicoanalítica. Se trata de ir más allá de ?La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud? a partir de los conceptos de objeto a y el campo de goce. No es casual que se sirva del Freud de la segunda tópica.
Tomando la formulación princeps de concebir el final de análisis en los términos de atravesamiento del fantasma, el curso se concibe tal cual la dirección de la cura: del síntoma al fantasma, con la promoción del objeto a en el núcleo de la elaboración. De este modo, Miller nos presenta el ?Otro Lacan?. Se va a tratar de poner en función en el fantasma los trozos separados del cuerpo que son los objetos a, y ponerlo a prueba en el paradigma freudiano de ?pegan a un niño?.
A su vez, el síntoma, como la cara del displacer, de un modo de goce, va a implicar las vicisitudes del saber y la verdad, y toda significación va a estar comandada por un modo de goce que responde al objeto en el fantasma.
El fantasma rechaza el no hay relación sexual, en tanto que busca construir una mediante el objeto. ¿Por qué esto? ?La buena represión neurótica también está fundada en la Verwerfung, en la forclusión de un significante. Por lo tanto, debemos plantear una Verwerfung del significante unario que funda la psicosis humana?. Esta luminosa formulación de Miller va a anticipar una clínica no estructuralista.
Osvaldo L. Delgado