Cuando Gav y Lou se mudan a la casa de al lado, Sara pasa días armándose de valor para ir a saludarles. Los vecinos son glamurosos, caóticos y un poquito excéntricos y, en comparación con ellos, el resto de su calle le parece de lo más aburrida.
Ellos se muestran dispuestos a entablar una amistad, y eso entusiasma y halaga a Sara; por increíble que parezca, parece ser que Gav y Lou ven a su vez algo digno de admiración en Neil y en ella. Las dos parejas se vuelven inseparables en un santiamén... comparten cenas, botellas de vino y el cuidado de los niños, se quedan hasta tarde los unos en casa de los otros charlando entre risas, intercambiando anécdotas y compartiendo secretos.
Cuanto más tiempo pasa Sara con los vecinos, más anhela hacer cambios en su propia vida, pero esos cambios tienen un precio. Gav y Lou no tardan en empezar a pedirles cosas que no tienen derecho a pedir, y las consecuencias son devastadoras para todos ellos...
¿Conoces a los vecinos del número 9? Aquí tienes una novela intensa y deliciosa sobre envidias, anhelos y traiciones en un barrio residencial...