¿Quiénes y por qué se lanzan a la aventura de dirigir una película? ¿De dónde proviene esta casta de osados? ¿Consiguen realizar obras interesantes, personales, artísticas? ¿Son productos aceptados por el público y rentables económicamente?
Miguel Ángel Rivas propone, siguiendo el hilo de los hechos cinematográficos más significativos, un recorrido por la historia de los 287 directores que sólo pudieron realizar una película, preguntándose: ¿Por qué no dirigieron una segunda vez? En algunos casos fue debido al fracaso comercial de sus obras, en otros al agotamiento que les supuso levantar la primera película, pero también hay casos de desidia, cuando no de abandono cautelar. Y algunos, lógicamente los más cercanos a nuestros días, permanecen en una inquieta vigilia, en una cuarentena poco deseada.