Usando un lenguaje cercano y coloquial, el autor nos lleva de la mano para conocer su historia, su vocación, su sacerdocio, las distintas parroquias en las que ha trabajado y, por supuesto, también a sus parroquianos. Así, de forma entretenida, al hilo de mil anécdotas, personas y vivencias, se esboza una imagen llena de frescura del rico mosaico de la vida parroquial, con su mezcla fascinante de lo humano y lo divino.