La República Romana fue la precursora de un gobierno regido por una Cámara Parlamentaria. Su Constitución, que fue creada por las familias más importantes de Roma, no supo adaptarse a la evolución migratoria y a las necesidades de la ciudadanía, mayoritariamente pobre y miserable. La oposición sistemática del Senado a cualquier reforma propuesta por el Tribunado de la Plebe, solía acabar en tragedia. La República pagaría un alto precio por ello.