El aislamento internacional y las sanciones empezaron a producirse y ello llevó al inicio de un acercamiento al Vaticano.
La cuestión que se aborda en este libro es precisamente la historia de este acercamiento que culminó con la firma del Concordato de agosto de 1953 por el cual el Vaticano, al frente del cual se entroba Pío XII, reforzaba la dictadura de Franco a través de un pacto que negaba la libertad religiosa y estrechaba los lazos entre la Iglesia y el Estado.
La evolución de la Iglesia durante aquellos años en temas como el episcopado, el clero, las asociaciones de apostolado seglar o la asistencia caritativa y social es analizada por Pablo Martín de Santa Olalla.
El resultado es una interesante e imprescindible monografía para conocer una etapa oscura de la Iglesia católica en la cual imperió más el miedo y el radicalismo que el autentico compromiso con el Evangelio.
Desde una prespectiva objetiva y una rigurosa investigación histórica, el autor pretende descorrer la cortina de las actuaciones menos conocidas de la iglesia durante el régimen franquista.