La primera de las fases, la exploración, tiene como objetivo desarrollar los aspectos que contribuyen a la consolidación de la conciencia corporal, centrándose por lo tanto, en el descubrimiento de las posibilidades motrices. La propuesta didáctica de esta primera fase está publicada en esta misma editorial bajo el título de
La desinhibición en la expresión corporal: Una propuesta didáctica.
En este proceso de reconocimiento de uno mismo el proceso de desinhibición resulta un factor determinante para el desarrollo de las sesiones. De ahí que, el diseño de las tareas ubicadas en las primeras sesiones pretende aportar al alumnado recursos para superar estados restrictivos que aminoren el proceso de autoconocimiento.
La segunda fase, la expresión se distingue por el continuo y variado número de estímulos que se le ofrece al alumnado para que responda motrizmente a partir del movimiento espontáneo. Se le alienta para que emita su respuesta espontánea obviando al receptor/a del mensaje, es decir que, la respuesta motriz esté carente de una intención de comunicación por parte del emisor. En esta fase se pretende que el alumno/a sea consciente que frente a un mismo estímulo cada individuo reacciona según su singularidad.
Y por último, la comunicación pretende que el alumnado organice el gesto expresivo para dotar al mensaje corporal de significado descifrable para el posible receptor/a. La respuesta espontánea característica de la anterior fase es codificada para imprimirle una intención de comunicación.
Por lo tanto, el propósito de esta investigación se centra en desarrollar un programa de intervención de la segunda expresión y tercera fase comunicación de aplicación.