No es recomendable ser árabe en nuestros días. Da igual cómo se mire: desde el Golfo Pérsico al océano Índico, el panorama es sombrío. Sin embargo, esa «desgracia» no siempre ha existido. Hubo un tiempo no muy lejano en que los árabes, sujetos de su propia historia, podían encarar el futuro con optimismo. Un tiempo en que las palabras «árabe», «modernidad» y «universalismo» no eran incompatibles.
¿Cómo se llegó al marasmo actual que hace creer a los árabes que no tienen más porvenir que el señalado por un milenarismo enfermizo? ¿Cómo se logró despreciar una cultura viva y profesar el culto a la desgracia y la muerte?
Acogido como un hito en el pensamiento árabe, este ensayo recorre la historia contemporánea para arrojar una nueva luz sobre las causas políticas e intelectuales del mal que gangrena a las sociedades árabes y sugerir, de paso, algunas posibilidades para superar la crisis.
Considerado uno de los más brillantes intelectuales del mundo árabe, Samir Kassir fue asesinado el 2 de junio de 2005 en un atentado con coche bomba en Beirut.
«Festejado, admirado, un faro de libertad en un lugar sin oxígeno [...] Los enemigos de Kassir en Líbano crearon y vivieron en un mundo de corrupción y riquezas robadas que se extendió como una tela sobre el Medio Oriente, desde Egipto a Iraq, a Jordania, e incluso a Israel.» Robert Fisk, The Independent.