El libro se abre con una primera parte que pudiera ser calificada como inductoria de toda la obra, donde se considera a la bioética como punto de partida y al bioderecho como punto inicial de llegada y de posterior desarrollo. El derecho y la bioética se necesitan mutuamente y se complementan. El libro despliega sus afanes en tres partes, donde son abordadas las tres grandes cuestiones: libertad, vida y muerte.