Se dice que ante la muerte todos somos iguales. Sin embargo, algunos viven más cerca de ella a lo largo de su existencia. Son los enterradores, hombres y mujeres de pocas palabras y muchos saberes a quienes nunca estaremos suficientemente agradecidos; hombres y mujeres que viven con naturalidad y orgullo un oficio duro cuya realidad supera muchas veces la ficción más elaborada.
Un sepulturero escritor, una mujer pionera en estas lides, los miembros de la familia que durante más de medio siglo se ha encargado del cuidado del Cementerio Naval Británico de Rubiáns o un «arquéologo» discreto, entre otros, nos cuentan sus historias del más acá, sus variopintas anécdotas a pie de tumba, los favores que les solicitan los familiares de los difuntos o el día a día de sus hijos en los alrededores de los camposantos.