Argumento de De Buena Fe
Queramos o no, somos hijos de la historia y solo conociéndola comprenderemos nuestras circunstancias. Por eso esta novela nos lleva hacia un viaje entre el Medievo y el Renacimiento, mostrándonos durante el camino a distintos personajes históricos. Todos ellos, fruto de una profunda inmersión archivística y documental, han sido adaptados a la ficción, cosidos a las memorias de su protagonista, Ximeno. Gran parte de la acción transcurre en Briviesca, al norte de Burgos, gran foco comercial y centro clave para mercaderes, ganaderos y artesanos. Tal fue la importancia de la villa en aquel tiempo que hasta allí llegaron los propios Reyes Católicos solicitando un préstamo que sufragase la toma del reino de Granada. Aquel detalle cambió la vida del protagonista. Mediante una prosa fluida y precisas descripciones atravesaremos las murallas de este lugar para conocer a sus gentes, sus creencias, sus miedos y esperanzas. La cruel sombra de la Inquisición avanza lentamente entre sus pacíficas calles, la persecución injusta a los judíos y las barbaridades a las que fueron sometidos aparece en estas páginas, y un amor tan correspondido como imposible se convierte en el principal eslabón del argumento. Sí, otra época, otra mentalidad, pero Briviesca fue ejemplo de armonía al que deberíamos volver la mirada. Su Jura de Mancuadra no distinguió entre judíos, moros y cristianos, y la historia nos muestra que si un día existió igualdad entre las personas, aún estamos a tiempo de conseguirla.1