En los últimos años ha aumentado el número de ataques informáticos a particulares y empresas, tanto desde ordenadores como dispositivos móviles. Estas intrusiones en terminales, tabletas y teléfonos se realizan para cometer todo tipo de delitos. Entre ellos, los más habituales son los relacionados con el robo de información personal del usuario, como sus contraseñas bancarias, el espionaje industrial o la adquisición de información comprometida p