El misterioso terror de Emily Brontë no es un mero eco gótico, sino la tensa expresión del estremecimiento del hombre ante lo desconocido. En 1846, tres de las hermanas Brontë, se propusieron escribir una novela cada una. La primera en llegar a las librerías fue la de Charlotte, Jane Eyre, un melodrama gótico que tuvo un éxito inmediato. Anne escribió Agnes Grey, y Emily la inmortal Cumbres Borrascosas, una historia de amor imposible que se prolonga más allá de la muerte.