Una celebración bien hecha revela a la comunidad cristiana que celebra. Dar importancia a lo que celebramos es dar importancia a lo que creemos. Estas páginas nacieron con la preocupación de alentar a los catequistas y equipos litúrgicos a cuidar la celebración. No son un tratado de liturgia, sino una guía básica para celebrar bien. En la celebración de los sacramentos, llegamos al Invisible a través de lo visible. Cómo realizamos la liturgia se convierte así en un reto. Si lo visible no dice nada, es decir, no está cargado de sentido, es posible que los participantes no se sientan invitados a acercarse a la orilla del misterio de la salvación de Dios, a través de su Hijo Jesucristo.