La piel es un órgano fascinante, el más extenso del cuerpo humano. Con casi dos metros cuadrados de extensión, la piel nos protege de intrusos externos, como patógenos, toxinas y alérgenos. También es nuestro particular sistema de ventilación, que evita que nuestro cuerpo se sobrecaliente, se enfríe demasiado o se deshidrate. Envuelve por fuera todo cuanto llevamos dentro y es un medio de comunicación altamente sensible. Sin la piel no habría excitación, ni sexo.
No en vano la piel está muy presente en nuestro lenguaje cotidiano: tenemos las emociones «a flor de piel», se nos pone «la piel de gallina», nos metemos «en la piel» de otra persona y nos «dejamos la piel» en algo.
En este libro revelador y ameno, la dermatóloga Yael Adler rastrea nuestra piel y nos cuenta todo cuanto queríamos saber sobre este órgano, sin pasar por alto el efecto del sol, pústulas, arrugas, hongos y otros tabús. De forma ilustrativa y con un estilo apasionado, esta obra nos explica por qué el sexo embellece, por qué los hombres no tienen celulitis y por qué razón la piel se comporta con inteligencia cerebral.