En el epicentro de una crisis como nunca antes había sufrido la prensa, el periodismo busca desesperadamente un nuevo modelo que le permita sobrevivir,mientras ve cómo otras formas de periodismo alternativo no profesional le comen terreno. Su propia existencia se ha puesto en cuestión desde el momento en que el ciudadano ha dejado de necesitar al periodista y al periódico para tener acceso a las noticias.