Los hallazgos recopilados en esta inquietante travesía se presentan en unas imágenes extremas que tienen la capacidad de herir, de suscitar y de hurgar en nuestros tabúes con la intención de desmontar los mitos patriarcales. Por tanto, esta obra pretende conformar otra historia del arte gracias al feminismo, en la que el cuerpo femenino no ha sido modelado ni construido desde el punto de vista patriarcal, sino que todas las mujeres artistas aquí presentes han sido capaces de crear unas representaciones en las que el género no se ha visto suprimido ni desmaterializado, sino reivindicado y negado, al mismo tiempo que cuestionado, deconstruido y reconstruido.
Todo ello es una irreverencia, y eso significa combatividad.