El diablo es un personaje subyugante, por más que la modernización religiosa parece haberle colocado en un segundo puesto. La literatura se ha ocupado de él en muchas ocasiones y a su inspiración se deben obras memorables, como el Fausto de Goethe. En las letras españolas, característicamente realistas, su presencia ha dejado sin embargo algunas huellas inolvidables, como las que recogemos en este libro.