La antología que aquí presentamos reúne una muestra significativa de los primeros intentos que se hicieron en nuestro país por hacer del género detectivesco algo con raíces patrias. Desde "El Calvo", que quizá es la primera obra de novelesca policíaca escrita en castellano, hasta las inenarrables aventuras de los detectives americanizados, se ofrece un panorama lleno de enigmas a descubrir. La presente recopilación ofrece dos joyas poco conocidas: Los treinta y ocho asesinatos y medio del castillo de Hull, del entretenido Jardiel Poncela - sacando a la luz un caso del detective más famoso del mundo, Sherlock Holmes-, y la obra maestra del género en nuestro país,La gota de sangre, de Emilia Pardo Bazán, que nos enseña lo que se puede hacer cuando no se sabe lo que hay que hacer.