Cuentos fantasmagóricos, en atmósferas alucinantes, muertas como Vera que espera en su casa al que ha ido a enterrarla, convidados inesperados y extraños como El convidado de las últimas fiestas cuando, al final de un baile de máscaras, en el cenáculo reservado, entre bellas mujeres y elegantes caballeros, se destaca alguien incierto, aristócrata o verdugo, mientras todos esperan a que el alba aclare el enigma.