Dice el Yuanfen que a lo largo de la vida estamos destinados a encontrar a una misma persona tres o cuatro veces, e identificarla como alguien a quien conocemos. Sin embargo, toma cientos de reencarnaciones para que dos personas estén en el mismo barco, y miles de eones para que compartan la misma almohada...
Martín y Fabiana se conocen antes de nacer. En un supermercado, patean al mismo tiempo los respectivos vientres de sus madres por la fuerza de atracción que sienten. En ese momento comienzan a vivir.
A los tres años, se encuentran casualmente en el Parque de los Venados; sin decirse nada, se toman de la mano. Pero el destino sigue su curso. Martín pierde a su padre; Fabiana, a su madre. Conforme crecen van formando su personalidad, confrontándose con sus compañeros y con el mundo.
Esto no impide que Fabiana y Martín se encuentren y se desencuentren constantemente, se sientan, se presientan, pero... ¿llegará el día en el que el destino, su destino, los reúna para siempre?