Verdadera herramienta de crecimiento para todos los participantes, los grupos de hombres contribuyen a que la condición masculina evolucione hacia una mayor autenticidad, una mayor comunicación, una aproximación mucho más íntima a la vivencia interior que ayuda a conocerse mejor y a autogestionar mejor la propia vida en todos sus aspectos. A partir de ahora, los hombres que carecían de referentes masculinos que los estructuraran, o los que no se reconocen en el estereotipo, tienen un espacio para reponer fuerzas.
Un testimonio único y poco habitual sobre el hombre frente a los nuevos paradigmas de mundo masculino en nuestra sociedad.
Patrick Guillot se interesó por los grupos de hombres en cuanto aparecieron en Francia, en 1993. Se implicó mucho en las Redes de hombres (Reseaux Hommes), estructuras que crean federan a los grupos de hombres de una misma región, lo que le permitió compartir la experiencia de numerosos participantes de muy variados horizontes.