Estamos a mediados de los años ochenta del siglo XX y el movimiento nacional de ultraderecha se está gestando. Pablo empieza a tener una doble vida, en la que alterna su vida familiar y estudiantil con unas compañías que hacen que se sienta como una especie de «elegido». Un día su «protector» lo pone a prueba exhortándole a destrozar un cajero automático y él no lo duda. A partir de ahí su vida es el puro vértigo, el abismo.