El autor, a partir de sus observaciones cotidianas, intenta cocinar el Gran Guiso, la vida, con buen humor y sentido común. Los ingredientes con los que cuenta son: La libertad, el dinero, Dios, el amor, la curiosidad, el sexo, la alegría, y un largo etcétera. Las imágenes, también del autor, ilustran y amplían el contenido del texto.