Aris es un carismático personaje al que acompaña el infortunio desde el mismo momento de nacer. Su desdichada existencia, siempre rodeado de marginación, alcoholismo e individuos de su misma y repudiada condición social, le obligan a un continuo periplo por centros de acogida y casas abandonadas donde pernoctar, aunque sólo sea por una noche. Esta historia, pese a tratar de un sujeto ficticio, se sustenta en hechos reales que provienen del habitual contacto del autor con esas personas desamparadas que, de forma voluntaria o forzosamente, han llegado al nivel máximo de exclusión social que se puede encontrar en una sociedad moderna.