A través de las anécdotas en clave de humor mordaz del protagonista recién llegado, se descubre el pulso real de la Cuba de la época, en vísperas del Periodo Especial y de la fuerte crisis económica que hundiría la isla tras la caída de la Unión Soviética. Mauricio Vicent acabó siendo corresponsal en Cuba para el diario El País durante veinte años, desde 1991 hasta 2011, y sus vivencias juveniles en la isla están plasmadas en viñetas por el dibujante y cineasta cubano Juan Padrón, quien dirigió la película Vampiros en La Habana y cuyos dibujos animados han marcado a generaciones de cubanos.