«...Fuera dejaba yo la marejada de ideas fugaces, de convicciones efímeras, confusas, contradictorias, insípidas o deletéreas, vaivén inconsciente que la moda y otras influencias irracionales traen y llevan por los espíritus débiles de tantos y tantos que se creen librepensadores, cuando no son más que fonógrafos que repiten palabras de que no tienen verdadera conciencia.