Entre ellos destacan cristianos comprometidos, que impulsados por sus creencias religiosas tenían la certeza de que el nacionalsocialismo era incompatible con la vivencia del Evangelio, y como resultado de ello hicieron lo que estaba en su mano para luchar contra ese totalitarismo.
En Cristianos contra Hitler, José M. García Pelegrín muestra la heroica vida de seis de ellos: El cardenal von Galen, apodado «el león de Münster» por su coraje y valentía en la denuncia de las tropelías nazis; Kart Leisner, seminarista recluido en el campo de concentración de Dachau; Franz Jägerstätter, campesino condenado a muerte por negarse a cumplir el servicio militar por razones religiosas; Helmuth James von Moltke, en cuya finca de Kreisau se reunieron personas de muy diversa filiación política para sentar las bases de la futura Alemania; Wilm Hosenfeld, oficial alemán que en Polonia actuó siguiendo el lema «Intento salvar a todos» e Irene Sendler, enfermera polaca, la única no alemana del libro, que salvó a más de 2.000 niños del gueto de Varsovia.