¿Es posible para alguien desobedecerlas normas y salirse con la suya? No parece ser así para los personajes de Criaturas del más allá.
Cuando mis padres decidieron que pasaríamos el verano en una casa rural en el pequeño pueblo de Bairingville, no me pareció una buena idea. De hecho sonaba aburridísimo.
Pero al final resulto lo contrario. Todo empezó cuando mi hermano y yo abrimos ese armario que advertía PROHIBIDO EL PASO.
¡Ahora me persigue un monstruo!