Al contrario que otros manuales al uso, Muriel no ofrece ninguna fórmula milagrosa que garantice el éxito; sabe que tales fórmulas no existen. Pero sabe también, como subraya en su introducción, que «el cerebro humano está sobradamente preparado para adaptarse a los hábitos de comportamiento y conducta necesarios para ser un directivo ideal, si realmente tienes interés por alcanzarlo y estás dispuesto a trabajar para ello».
Con una prosa directa pero muy vívida, el autor introduce al lector en el mundo de la coordinación de equipos y la dirección de empresas, ilustrando sus recomendaciones con ejemplos concretos de su experiencia personal y de otros profesionales.