Este libro trata sobre la creación del universo, suponiendo que comienza en la Nada, admitiéndose que en la misma Nada, ocurrió una transgresión, un error, un delito, algo contrario a lo correcto evitando que todo fuera color de rosas, si no, nunca aparecerían las contradicciones de hoy en día. Por lo tanto, se impone un viaje hacia la Nada. Pero cuando estamos en la Nada, sorprendentemente, nos encontramos con un ser que vive en la Nada, todo su alimento para vivir es NADA, su ropaje, su vivienda, su familia, todo lo que lo rodea y posee es Nada. Igual todos sus conocimientos son Nada, pero paradójicamente, él también es Nada, haciéndolo esto un inmenso conocedor de sí mismo, a total diferencia del hombre moderno, que conoce muchas cosas pero adolece de conocerse a él mismo. Por eso este señor de Nada, posee preguntas y respuestas, que pudieran asombrar a los hombres más inteligentes del mundo. Esta existencia de Nada, tiene que crecer, pero no puede crecer, porque no cuenta con espacio para agrandarse, obligándose a crecer en pensamientos, abstracciones, espíritus, todo lo que posee a su alcance, que no dependa del espacio, creando así su propia tesis y antítesis, la esencia de una dualidad que surge desde la Nada y aún perdura en nuestros días.