«Gaskell mima a sus personajes y les da alas para crecer, sin que ello signifique que sea complaciente con sus debilidades. Al contrario, Cranford sobresale por la fiereza con que critica algunas de las lacras de la sociedad que retrata.» Pepa Montero
«En esta deliciosa novela, cuando se conversa la palabra, avanza el ritmo del pensamiento y uno ni corta ni se aventura tratando de adivinar la palabra del otro.» María José Obiol
Cranford (1851-1853) es sin duda la obra más popular de Elizabeth Gaskell, escrita a instancias de Dickens, después del éxito conseguido con su primera novela, Mary Barton . El paisaje, la ambientación e incluso los personajes están tomados del pueblecito en que la autora pasó su infancia, Knutsford, y, en un retrato lleno de humor y afecto, pero exento de sensiblería, se nos presentan unos valores y costumbres que la Revolución industrial estaba transformando rápidamente. A través de la emblemática figura de unas hermanas solteronas, asistimos a los pequeños y grandes acontecimientos de la pequeña comunidad: la llegada de un apuesto capitán viudo y sus dos hijas, las cartas que se reciben de ultramar, las estrecheces económicas de las mujeres de buena sociedad, los compromisos matrimoniales y las muertes.
La primera entrega de lo que más tarde sería Cranford, que abarcaba dos capítulos de la presente edición, se publicó en la revista que dirigía Dickens, Household Words, el 13 de diciembre de 1851. En un principio, la intención de la autora fue plantearlos como un sketch independiente. Sin embargo, el entusiasmo que este primer episodio despertó tanto en el público como en la propia Elizabeth Gaskell la impulsó a continuar tratando el tema. Los siguientes episodios aparecieron de forma irregular a lo largo de 1852 y 1853. Finalmente, Cranford se publicó en un volumen en junio de 1853. La edición que aquí presentamos se basa en la edición publicada en 1864, la última revisada por la autora antes de su muerte.
Contada en un tono de confidencia íntima, sin esfuerzo aparente, y con un detallado elenco de personajes femeninos observados en profundidad, Cranford es, tanto en palabras de Dickens como de E. M. Forster, «un exquisito retrato social», una obra «tierna» y «deliciosa» que ha sabido mantener su atractivo a través de los años.