Una canica disparada con fuerza ¡PAM¡ le da a Glis-Glis, el lirón de Cromi, en todo el morro. Cuando el bicho huye despavorido y se adentra en el peligrosísimo bosque de los fantasmas Cromi, temblando, se atreve a seguirlo, junto a Neandi y el resto de los Cavernícolas. ¡La aventura está servida!