Manio, un joven aristócrata, regresa a Roma desde Capadocia, donde ha luchado contra los partos. A su vuelta es recibido por su padre, y ambos esperan que Manio sea nombrado de inmediato tribuno del ejército. Pero la felicidad por el regreso y los planes para el futuro se ven truncados cuando el padre de Manio es asesinado. El joven se convierte en el principal sospechoso y se enfrenta a un proceso por parricidio en el que solo cuenta con la ayuda de su novia, la bella Claudia. El lector, al acompañar a Manio en sus peripecias, entrará en contacto con la vida en tiempos del imperio romano y averiguará, entre otras muchas cosas, cómo vivían los aristócratas y los esclavos, cuáles eran las costumbres culinarias o cómo se honraba a los muertos.