Seres condicionados y sin voluntad, sujetos experimentales de oscuras conspiraciones, víctimas de siniestras fuerzas, piezas de engranajes orgánicos... En este apocalipsis convertido en territorio narrativo todos narran y son narrados, y la memoria es ya incapaz de poner orden en un tiempo que no existe. Antes, durante y después del Fin, en las alturas del Edificio y en el subsuelo donde se esconde la Sección 9, en la habitación cerrada e inundad