Robert Schumann fue un innovador, sus obras anticiparon muchos de los temas que, 150 años después de su muerte, continúan desarrollándose; prácticamente todos los compositores importantes reconocen su influencia e importancia. Pero fue también un innovador en el trato que dispensaba a los niños y jóvenes aspirantes a estudiar música, involucrándose en su educación. Este libro es fiel reflejo de su pensamiento, e Isserlis un magnífico compañero, cuyo interés en fomentar el amor a la música en los jóvenes, y no tan jóvenes, lo desarrolla en conciertos, clases y conferencias.