Cuando un hombre se mueve por el corazón, algo en él se vuelve femenino. El mundo padece demasiado conflicto debido a la energía masculina y su dominación. Es necesario un equilibrio. Esa energía ha conducido a la humanidad al borde del suicidio total. Puede suceder cualquier día, a menos que la energía femenina sea liberada para equilibrarlo. Esta es la única esperanza.\" El hombre es como una roca y la mujer es como el agua. Cuando el agua cae sobre las rocas, la roca desaparece, antes o después se convierte en arena. Es solo una cuestión de tiempo. Esto es lo que Lao Tse llama el camino de la corriente de agua, la fuerza de lo femenino. Todas las grandes cualidades son femeninas - amor, compasión, confianza, gratitud, amabilidad-, todas estas cualidades tienen el aroma de lo femenino.