A Rose Granger le gustaba más vivir en Waterville antes de que Stefan Donatien llegara a la ciudad. De repente, aquel hombre aparecía en todas partes... hasta en sus pensamientos, algunos de los cuales eran tremendamente sugerentes. De todas maneras, Rose trataba de apartar esas imágenes de su cabeza, convencida de que un hombre de negocios de la gran ciudad nunca podría llegar a ser feliz en aquel bello y tranquilo lugar, y con una mujer como ella...Stefan jamás había sentido tal pasión por ninguna otra mujer... staba claro que su destino estaba unido al de Rose. Con cada uno de sus ardientes besos notaba cómo iban cayendo las barreras y creciendo el deseo. Era solo cuestión de tiempo y de cariño hasta que Rose se rindiera a la verdad. Su unión era inevitable y sería eterna...